miércoles, 13 de enero de 2016

Desagravio

Como le temen al diminuto pié 
que dejó una huella enorme 
en las trochas de la historia, 
como temen tu nombre, 
les hace ampollas en la lengua, 
les despelleja el miedo a tus pasos presentes.

Tan cómodos estaban 
cuando eras solo un busto sin manos, 
un mito de bronce, 
un santo inalcanzable, 
un cuadro clásico.

Tus pasos los aturde, 
desvían los ojos para no verte, 
si pudieran, 
borrarían tu nombre o mejor, 
lo regresarían a los altares, 
al olimpo de muertos, 
para que te creamos tan lejano, 
tan fuera de la humanidad, 
tan imposible.

Pero reaccionaron tarde, 
un labrador de boina roja 
te sembró para siempre 
en el campo fértil del Pueblo insurgente, 
desobediente, 
en perpetua rebelión.

Tranquilo Simón. 
que descuelguen todos tus cuadros 
de todos los palacios, 
nunca quisiste estar allí, 
ya tienes, 
árbol fuerte, 
tu chinchorro sencillo, 
en el sencillo corazón de la calle.

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