martes, 28 de julio de 2015

AVELLANEDA (a Dario Santillan y Maxi Kostequi, EstaciónAvellaneda, Argentina, 26/06/02)


Hay cientos de calles que cortar,
miles de kilómetros que andar,
reivindicar la dignidad en el polvo, en el sol,
en un nosotros que aún te escucha,
y no conoce de despedidas.

Ese día de planes rebeldes,
la mensajera cobarde de la muerte,
te arrancó el aliento por la espalda,
los buitres no podían ver tus ojos llenos de pueblo
sin que se paralizaran.

El salvaje altar te reclama,
y las manos de miles toman la carga,
el martillo no se quedará quieto,
la rueda sigue su curso,
alimentados por tu respiro indomable.

La muerte que fuiste a recoger,
en el rostro que viste por primera vez,
no podrá acabar tu vida
esa estúpida bala
que te robo la luz,
porque la vida es más que respirar,
Los chacales de uniforme lo ignoran.

Avellaneda,
solo eres,
para levantarnos resueltos a la lucha
por lo demás, eres mentira,
porque la muerte no existe.

MEDIO DÍA

Tengo prisas,
urgencias,
desespero,
angustias,
un fantasma me lleva atropellante.

De repente, me detengo,
en medio de la acera sobrepoblada,
en un desfile de pies con
prisas,
urgencias,
desespero,
angustias.
Busco el camino de regreso al útero.
¿Cuando dejé la vida,
para convertirme en habitante
de la modernidad?
12:00 en punto.
Esta ciudad.

lunes, 27 de julio de 2015

Trío de tres


I
Ella,
pedía dos kilómetros de barba.
Sólo tuve para ofrecerle,
una mota de algodón.

II
El día me amaneció trasnochado,
arañándome la espalda,
encontrándome soñándola
sin pegar un ojo.

III
Te encontré...
Nos miramos...
Me perdí.

martes, 21 de julio de 2015

RECUERDOS

La casa de mi abuelo,
tenia los ladrillos desnudos
y la lluvia tocaba en tu techo
la más hermosa canción de cuna,
la selva por detrás,
era la puerta a la alegría del barro,
el alimento de las tarde de gritos, risa
y hermanos.

Era una casa de terquedad,
monumento a los días de patadas militares
y noches de renacimiento,
vestigio de la familia de la tristeza,
profecía de la era del coraje.

Un día la casa de mi abuelo
quedó atrás,
escalera abajo,
su patio se fue conmigo,
y la caricia de ese viejo
se me incrustó como tinta bajo la piel.

Yo,
aún vivo allí,
cuando renace la ternura
imprescindible
en la hora de la angustia.

Partida Provechosa

Ella sólo se fue,
sin despedidas, sin palabras,
en un estruendoso silencio,
dejándole roto el corazón
en mil poemas.

DOS POR UNO

Destino común.

La lluvia es el suicidio de unas gotas,
con certeza de nacer otra vez,
juntas,
en la corriente del río.
Lluvia es el sinónimo de hermandad








Lonja de poema


Mi pensamiento copula con tu sonrisa,

... engendramos la poesía.

miércoles, 15 de julio de 2015

Dialogo cortado.

Quiero que conversemos
sin las urgencias de la angustia cotidiana,
sin las máscaras de nubes risueñas
que colgamos cada mañana de las orejas,
con la transparencia del espectro
sin medias lunas, ni medias tintas.

Quiero que conversemos
envalentonados de aguardiente
y aire nocturno,
para decirnos verdades,
y acariciarnos las manos,
aunque tiemblen.

Quiero que conversemos
para que enseñes a decir
te amo,
sin huidas, sin dobleces
y decirte que me voy
viéndonos a los ojos.

Quiero...

jueves, 2 de julio de 2015

A Su Graciosa Majestad (Oda al Rey de España y su TERRORismo)

Hasta al oro lo corrompe el orín,
las joyas engastadas se desgastan,
las coronas...
solo son sombreros de feria,
vestigios de sangre y herrumbre,
de casas viejas y viejas mañas.

Su majestuosa hediondez,
me ordenó callarme un día,
y solo grité más fuerte,
ya callar quinientos años era suficiente,
hoy estoy de pié,
me debes tu futuro,
así como me robaste mi pasado,
tienes tanto miedo,
a tus pobres, a tus descalzos,
a los que les fabricaste el hambre,
que solo atinas a saludar detrás del blindaje.

Ay, Su Majestad,
creo que usted también sangra,
lo esperan en la acera y la plaza,
lo espera la indignación hecho Pueblo.

Ay, Su Graciosidad
creo que la gracia lo abandona,
su cetro se empolvó,
y solo le queda un REAL terror.

EN EL OMBLIGO DEL MUNDO

Apuntan sus cañones babeantes,
al balcón de Carondelet,
deseosos, viciosos, desesperados,
con las ganas desbordadas de asalto,
de humo negro, de bombardeo, de hollín, de escombro.

La muerte es pasajera de sus viajes trasnochados.

Precio tienen sus voluntades,
poner la mano en las fuentes negras de la tierra,
es su anhelo más urgente,
deben construir la mentira
pues la verdad hace tiempo los abandonó.

El sol les nubla la vista,
se les cae la piel,
quieren y no pueden,
no pueden vulnerar
la terquedad de libertad,
la terquedad de dignidad,
la terquedad de ser
Pueblo,
Pueblo,
Pueblo.

El grito del Inca
se escucha en los volcanes,
desde la puerta de la selva,
desde la costa cimarrona,
en el ombligo de la Pacha Mama.

No pasarán.