jueves, 2 de julio de 2015

EN EL OMBLIGO DEL MUNDO

Apuntan sus cañones babeantes,
al balcón de Carondelet,
deseosos, viciosos, desesperados,
con las ganas desbordadas de asalto,
de humo negro, de bombardeo, de hollín, de escombro.

La muerte es pasajera de sus viajes trasnochados.

Precio tienen sus voluntades,
poner la mano en las fuentes negras de la tierra,
es su anhelo más urgente,
deben construir la mentira
pues la verdad hace tiempo los abandonó.

El sol les nubla la vista,
se les cae la piel,
quieren y no pueden,
no pueden vulnerar
la terquedad de libertad,
la terquedad de dignidad,
la terquedad de ser
Pueblo,
Pueblo,
Pueblo.

El grito del Inca
se escucha en los volcanes,
desde la puerta de la selva,
desde la costa cimarrona,
en el ombligo de la Pacha Mama.

No pasarán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario