miércoles, 20 de enero de 2016

Bichitos.


Por allí vienen, con el escapulario ajeno en la mano, preñados de buenas intenciones, con un tricolor en la gorra, barras y estrellas en los audífonos.
Por allí vienen, ofreciendo casas que no hicieron, ofreciendo vidas que quitaron, ocultando en la derecha, una orden de desalojo, una carga de perdigones y ballena.
Por allí vienen, vestidos de bandera y Patria, con ganas de desaparecidos de ley de vagos y maleantes, hablando buen inglés con deseo de colonia, de protectorado, de Mc Donal's y Disney.
Con terrofagia, con barriofagia, con pueblofagia desmedida, por allí vienen.
Pendejo aquel que les crea.

miércoles, 13 de enero de 2016

Desagravio

Como le temen al diminuto pié 
que dejó una huella enorme 
en las trochas de la historia, 
como temen tu nombre, 
les hace ampollas en la lengua, 
les despelleja el miedo a tus pasos presentes.

Tan cómodos estaban 
cuando eras solo un busto sin manos, 
un mito de bronce, 
un santo inalcanzable, 
un cuadro clásico.

Tus pasos los aturde, 
desvían los ojos para no verte, 
si pudieran, 
borrarían tu nombre o mejor, 
lo regresarían a los altares, 
al olimpo de muertos, 
para que te creamos tan lejano, 
tan fuera de la humanidad, 
tan imposible.

Pero reaccionaron tarde, 
un labrador de boina roja 
te sembró para siempre 
en el campo fértil del Pueblo insurgente, 
desobediente, 
en perpetua rebelión.

Tranquilo Simón. 
que descuelguen todos tus cuadros 
de todos los palacios, 
nunca quisiste estar allí, 
ya tienes, 
árbol fuerte, 
tu chinchorro sencillo, 
en el sencillo corazón de la calle.

Influenza mía

Me recorre una constipación terca, 
de pluma sucia en la nariz, 
como si un duende minúsculo 
pusiese una piedra dulce en mi garganta.
Me pesa el cuerpo 
como bluyin mojado por la lluvia, 
a veces, uno anda desesperado por descuerparse, 
por desvertirse del pellejo 
y volar a la galaxia de unos besos lejanos...
Hay vapores de mentol en mi pecho, 
que suben como humo picante 
hasta los ojos rojos, 
merjurges de vieja 
y guarapos en cien vasitos, 
tiritar de fiebre y desespero.
Y tratas de pararte 
y el colchón te abraza 
y la cobija te abraza 
y la rabia te visita con su sonrisa burlona.
Sólo a un sin oficio, 
se le ocurre escribirle a una gripe...

Con cariño a la nueva Asamblea Nacional (Para Ramos Allup y su combo)

Es fácil 
apagar la luz y cerrar la puerta 
fácil salir del tiempo y olvidarme del otro, 
corretear los pasos del sueño de cartón, 
alcanzar los globos de propaganda, 
cambiarme la camisa por una de color más amable, 
levantar la mano para ser el primero en recibir un aplauso.
 
Es fácil... 
medrar las esquinas de un pan duro, dar gracias 
y así volver al pasado de sobras de la mesa, 
yo podría vender mi sueño 
y obtener un par de palmadas 
como los niños buenos de las buenas familias.
 
Es fácil 
dar dos pasos atrás 
y aprovechar el río turbio 
inclinarme un poquito 
para tener dos tercios de oxigeno, 
fácil besar sus manos, 
cerrar mi ojos 
y subvivir con lastima vitalicia.
 
Pero hoy... Me voy al combate.
 
La historia es más que ustedes y mis deseos... 
y la alegría colectiva es el único objetivo que conozco.
 
El Pueblo es más que ese cuadro que descolgaron.
 
 
Conmigo... Se jodieron.

Huerfana...

La vieja obrera 
está en una esquina de la sala, 
a tres interminables pasos, 
con un abrazo atragantado en su pecho seco, 
con una ganas inmensas de ser Dios... 
y llamar a su hijo de esa cama de metal pintado.
 
La visitan palabras,
pasan desfilando por sus oídos, 
palmas en sus hombros enflaquecidos 
por el tiempo por la brega que nunca culmina, 
por la angustia de media noche y sobresalto.
 
Va a extrañar tanto regañarlo, 
aconsejarlo... 
amarlo sin palabras, 
va a extrañarlo tanto 
que no sabe como empezar 
y solo atina a llorarle su silencio, 
a llorarle desde muy adentro, 
a lloverle como aguacero de madrugada.
 
La vieja obrera 
mañana se lo entrega a la tierra
y trata de parar las campanas de la iglesia, 
que algo pase y no amanezca nunca, 
para alcanzar a su muchacho en el viaje de la barca.
 
Yo estoy en otra esquina... 
y soy el ser más inútil, 
no puedo ni dar mi vida 
pues la vieja obrera lloraría igual por mi.
 
Sanar...
 
Es el único camino posible.
 
(A mi mamá...)

El Patrullero

Yo busqué a la gente... 
por las calles 
en la esquina, 
los arranqué como hierba mala de sus colchones, 
les hablé con pasión de amante en la ventana, 
les llamé mil veces, 
canté con el gallo antes de rayar el alba, 
pinté mil paredes, 
repartí millones de letras, 
Sacrifiqué millones de papelitos
como predicador anciano de la plaza, 
fuí por los cerros y los valles.
No vi nunca la luz del sol bajo mi techo.
 
Hoy me dicen que soy culpable. 
Quizá... 
Será que me faltó cargar la cruz 
y clavarme yo mismo.
 
Igual mañana voy a levantarme, 
y volveré a cantar con el gallo, 
y seguiré por los cerros y loa valles, 
a ver si consigo a mi lado, 
a aquellos que hoy me culpan 
quizá es bueno que haya fallado, 
mi error quizá los empuje a acompañarme.

8 de Diciembre.

No faltarán 
los que quieran llevarse el alba en un saco, 
y se aprovechen del hambre trasnochada.
 
No faltarán los traficantes de almas realengas 
y su embarazo de buenas intenciones.
 
No faltarán los círculos aéreos de buitres 
y sus deseos de cadáver y grito.
 
No faltarán los ladrones de alegrías infantiles,
de consejos ancianos, 
de la fe y  la utopía.
 
Ante sus aullidos 
y su presencia en la puerta del cuartel, 
ante sus ganas de sangre y aliento, 
ante el crujido de sus colmillos gastados 
y la baba de sus hocicos de peste,
nosotros, seguiremos al asalto del futuro 
con la patria en las vísceras, 
con la historia en la espalda, 
con las espadas en alto 
y con un nombre en la garganta, 
un nombre Unidad 
un nombre Lucha 
un nombre Batalla 
un nombre Victoria.
 
¡Somos Chávez!