Por donde gotean las estrellas…
por allí se me fue la mirada...
danzando presa de tus caderas,
rítmica meridional de tu anatomía,
invitación perpetua y nocturna
que se pierde en la esquina de esta calle serpenteante.
Ninguna llave le sirve a tu cerrojo…
Y te me fugas de nuevo,
y me atraganto de nuevo con mis palabras sin decir,
con una nueva estrategia fallida de mis filas.
No queda más,
que arroparme a mí mismo.
La mañana viene,
y con ella
tus caderas.
por allí se me fue la mirada...
danzando presa de tus caderas,
rítmica meridional de tu anatomía,
invitación perpetua y nocturna
que se pierde en la esquina de esta calle serpenteante.
Ninguna llave le sirve a tu cerrojo…
Y te me fugas de nuevo,
y me atraganto de nuevo con mis palabras sin decir,
con una nueva estrategia fallida de mis filas.
No queda más,
que arroparme a mí mismo.
La mañana viene,
y con ella
tus caderas.