de tarde fría,
cómo esta ciudad y su concreto,
esta ciudad y sus árboles te recuerdan,
y escuchan tu voz retumbante de llano paseando el valle,
sube la montaña y sigue al horizonte.
Llovizna
y estás sentado en la utopía,
en la historia hecha gente,
en el caminar del viento y la nube.
Llovizna
para contar las horas antes de la salva
mi sueño se sienta contigo,
para beber del cause del río indómito,
y hacer mi voluntad más tu.
Llovizna,
para refrescar las manos,
regar la semilla
y seguir la brega.
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