Y ellos se encontraron de nuevo,
después de vivir a medias tintas,
traspasaron una puerta con numero tuerto,
para escribir en una sabana ajada,
sedienta de sudor y poemas,
pérgamino de miles de comienzos,
la frase final de un amor
interrumpido
por puntos suspensivos...
TU MIRADA
VI TUS OJOS Y FUÉ NEFASTO
PORQUE ME CONDENARON A LA MUERTE MÁS HORRENDA...
¡LA DE VIVIR SIN VOLVER A VERLOS!
PORQUE ME CONDENARON A LA MUERTE MÁS HORRENDA...
¡LA DE VIVIR SIN VOLVER A VERLOS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario