domingo, 7 de diciembre de 2014

CRISIS

Me persiguen los esbirros,
quieren mi piel y mi dignidad,
robarme mis hijos,
mi herencia,
el miedo me arrincona,
he rezado a todos los altares,
ninguno me responde,
abandonados estamos del cielo.

Los veo sonriendo,
con esa mueca de carcajada extraña,
cantando, como si nada pasara,
ignoran sus desgracias,
solo nosotros vemos la luz,
por eso, estoy aquí,
resistiendo,
en las calles,
al calor de mi hoguera.

No entiendo,
¿por que tanta fiesta?
ayer lo vi en el televisor,
lo leí en cuatro diarios,
¡En este país no hay libertad!
hay que huir por propia mano,
pero hay tantos paseantes,
que me arrebataron el ultimo puesto,
sigo resistiendo aquí en las calles,
frente al desfile de carros del año,
que me dan fuerza con su mensaje de griffÍn.

Aliento, ya falta poco,
en la radio dijeron que cae mañana,
-Fuerza y fe- dicen desde la celda,
la buena gente está con nosotros,
no habrá mancha comunista en nuestra tierra,
eso prometieron hace poco en la pantalla,
-Fuerza y fe-

Uno de los chicos se desmayó ayer,
es un héroe de la Patria.

A dos cuadras retumba la fiesta,
le dieron al lumpen cien casas,
pero falta poco para volver al paraíso,
donde, como Dios manda,
los pobres sirven y los ricos los cuidan.

Ojalá nos salvara un misil
desde las patas del águila,
para que la buena gente vuelva al trono.

Mañana toca mi receso
-de la lucha también se descansa-
miraré al mundo en mi ventana de cincuenta y seis pulgadas
y entre sorbo y sorbo de cerveza,
en mi trinchera de doble procesador,
gritaré al mundo en ciento cuarenta pulsos,
"Queremos ser libres, S.0.S Venezuela"


...Llegó la pizza.

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