miércoles, 30 de abril de 2014

LOS SABIOS CONSEJOS DE ESTA SOCIEDAD

Alguien me dijo una vez, 
que no creyera en dioses negros 
ni en poetas emborrachados, 
que las campanas siempre suenan antes del muerto, 
que detrás de la mano distinta 
se anida la traición, 
que si la casa no es de concreto no es un hogar, 
que la felicidad es solo la vía de escape de la realidad 
y que si pido direcciones me mandarían a Macondo. 


Hoy, 
vivo en un ranchito de barro y palma, 
al lado de los Buendía, 
me visitan extraños por la tarde, 
no le temo al repicar, 
pues la parca brinda conmigo, 
escribo ebrio 
y soy feliz. 


¡Gracias a mis santos, 
nunca escuché consejos!

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