jueves, 10 de abril de 2014

CONTABILIDAD EN ROJO POSITIVO

Perdí mi reflejo en el agua,
perdí mi sombra en un callejón,
perdí la mirada de aquella tarde,
cuando mis ojos se fueron tras tu cintura
perdí cien noches sin sueño,
al borde de la luz ahogada de la llama intermitente,
perdí sesenta y un minutos de cada hora,
nueve días de cada semana,
perdí mi cautela en esa cama,
donde era igual el día que la noche,
miles de versos extraviados,
unos cuantos viajes a la farmacia,
varios litros de aguardiente
engañoso placebo para el olvido,
dos pares de sandalias,
una saya,
tres millones de neuronas
con sus respectivas dendritas.

Perdí tanto que contar pierde sentido...

pero...

la apuesta valía el riesgo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario