martes, 2 de julio de 2013

METRO

Las historias se apretujan en el coche,
fricción en distancias solo permitida a los amantes,
miradas que no se ven,
a la caza de un asiento abandonado,
tapones en los oídos,
ancianas somniferas...
viajes con ojos cerrados, alucinantes.

Encuentros, desencuentros
presagios que comienzan en una sonrisa,
lágrimas que terminan cuentos,
las palabras que como centella
rompen el silencio aplastante
¡Ayuda al ciego! ¡Buenas tardes!

Soledades que corren juntas,
esperando el silbido en la quinta nota,
esperando que la voz incorpórea,
indique la próxima estación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario