miércoles, 27 de marzo de 2013

ESCUCHÉ TU VOZ (después de su llamada)


Escuche tu voz,
escuché el sonido de las piedras del río,
escuché el bramido de huracan indomable
y el silbido tenue de la brisa de mayo
escuché el silencio de la ciudad nocturna, hambrienta de ti,
escuché el lamento de la montaña que desea tus pisadas,
escuché el llanto del caribe que necesita que lo mires,
¡escuché mi anhelo de hombre de conquistar tus labios!
y ahora estoy sordo, no hay otro sonido que tu voz
no hay otro lamento que el mio, ¡
el lamento de saber
que tu no me escuchaste a mi!
y a pesar de todo sigo escuchandote en el silencio
ensordecedor de mis penurias, de mi cerro, de la vida,
y tu voz acompaña mi sueño, canción de cuna que me hace ternura,
¡Escuché tu voz!

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