jueves, 7 de abril de 2016

CEMENTERIO


Camina por el lecho del río seco,
cadáveres de los peces,
esqueléticos recuerdos de agua y corriente,
pedazos de carne, habitación de las moscas.

Camina el lecho del olvido en el que nos convertimos,
de los días después de la ceniza y la lágrima,
transformado en deja vú,
en instante, en ráfaga de pasado.

La vanguardia del entierro
terminó con la resaca matutina,
el peregrinar algún día cesará,
sólo ella,
lloverá sus ojos de polvo,
con sus años a cuestas,
acompañando su soledad inalcanzable,
cada domingo
hasta darle la mano en la penumbra de sus días.

Lo anhela…
ella tiene razones toscas,
ásperas y verdaderas,

como sus manos de obrera.

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