lunes, 27 de abril de 2015

Escrito sin reflexión.

Cuán difícil es huir del cuerpo que persigues,
sabes que al alcanzarlo, vas a morir un poquito,
sin embargo, tiendes emboscadas a su camino,
siembras trampas y pones sebo,
con esperanza de que no caiga,
pues sabes...
si alcanzas ese hálito,
te va a robar el alma,
engullirá tus vísceras,
someterá tu voluntad
y te hará, un feliz desahuciado,
un moribundo sonriente,
te entregará de premio,
el cincel para tu lápida
y te declarará invitado de honor
de tu propio sepelio.

El hermoso horror del amor equivocado.

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