viernes, 19 de septiembre de 2014

Conversaciones intimas con la conciencia

Me nombras,
me invocas,
me escrutas,
como un perro recién despierto
oteas,
olfateas
buscas en mis ojos
la respuesta que me he negado a dar.

La terrible manía de hablarnos
me hunde en el lago de mis contradicciones.

Hueles a mecha nocturna,
a insomnio,
a boca seca,
desparramas la ultima taza de café sobre la mesa
y me oteas,
me escrutas,
me tomas por la nuca y la quijada,
me obligas a ver en el espejo opaco
el cadaver blanquecino de la mentira.

Espectro.

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