miércoles, 26 de junio de 2013

REENCUENTRO (del latín re-ligare: "religión")


Anoche una centella -o una turba- quemó la iglesia.

Hoy el pueblo amaneció distinto, sin campanas, sin ruegos,… sin penitencias.

Como no había hostias, la gente compartió el pan aliñado con el sudor y los cantos a la tierra,
como no había vino, se embriagaron con la alegría de reencontrarse en las calles gastadas por el tiempo y el olvido.

Una totuma de cucuy suplantó la pila de agua bendita,

la banda marcial tocaba un son pegajoso, de cadencia loca.
y las flores para la virgen bailaban en el cabello suelto de las mujeres.

Las espaldas enjutas se enderezaron sin el peso de los santos en procesión
y las sonrisas llenaron cada losa, cada banco y  hasta el busto que descansa en la anciana placita.

¡Creo que Dios escucho sus oraciones!

No hay comentarios:

Publicar un comentario