sábado, 12 de septiembre de 2015

Epistemología del aeropuerto y la cortesía.


La manada dormita
en medio del bosque de sillas grises,
este aeropuerto es como una partida perpetua,
una bienvenida inconclusa.

Los acentos se confunden
antes de entrar a la espera,
los aeropuertos son como una torre de Babel,
pocos construyen
andan solos
braceando en el mar de gente.

El aeropuerto es un ascensor gigante,
donde igual todos habitan una esquina
y huyen de los ojos ajenos,
quizá por miedo de encontrarse en ellos.

El "buenos días, disculpe, permiso"
es solo otra manera de ser mudo
de alejarme del otro
y desconocer su ternura
a fin de no embarazarme de afecto,
la cortesía es el anticonceptivo del corazón.

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