Esa mañana fue extraña y corta.
Arañando el mediodía
amanecía un segundo sol,
con un abrazo mortecino
extinguió
el llanto, la risa, el gemido, el grito…
…el susurro
y el silencio pesó una tonelada…
…espeso y supurante silencio.
Las agujas de mi reloj arden a las 11:01 a.m.
Larga capa...
Fuiste mi mortaja
Fuiste mi mortaja
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