GUARIMBA

Arde el sendero,
arden las vísceras,
atizan la llama de almas ciegas,
el infierno se desata tras la orden sin rostro,
las palabras se pisotean poco a poco,
fueron desechadas en la calle,
una rabia sorda es la cuerda de la marioneta,
la dama de la hoz visita la plaza,
lleva de regalo la madeja de metal,
para hacer mejor trabajo,
algún anónimo se colgará de ella,
y la barca esperará al sin nombre,
para cruzar nuevamente el rio de la muerte,
heroísmo imbécil de segundos
en un eco de 140 pulsos.
¿No te das cuenta que para el que te usa,
tampoco tienes nombre?

Solo eres una ficha más
que nunca llegará a coronarse,
eres el sacrificio necesario,
para los dioses de la propaganda,
la hiel que te han transfundido,
nubla tu mirada
y solo ves enemigos,
en cada ojo que te ve,
en cada boca sin dientes,
en cada pie descalzo,
en cada unicornio destruido,
tu protesta y tu razón,
se ahogaron en el humo oscuro de la llanta,
tu defensa y tu derecho,
la obstruye la barricada que levantaste.

Cuando todo pase,
para el titiritero solo serás
un trozo de madera y tela,
guardado en un baúl,
¡hasta la próxima función!