Sobre los
lomos acorazados,
entraron a las ciudades de barro y sangre,
siguiendo los aullidos
de los cadáveres de la peste.
entraron a las ciudades de barro y sangre,
siguiendo los aullidos
de los cadáveres de la peste.
Abrieron a
metralla
la puerta de
una historia aquisolada,
escrita desde las manos
escrita desde las manos
de los
verdugos solapados.
Bajo la
sombra de la madrugada,
bajo el bramido del huracán dormido,
bajo el mandato de Zamora,
bajo el mandato del sombrero de paja,
los fantasmas verdes irreductibles
inflaman los espectros del valle.
bajo el bramido del huracán dormido,
bajo el mandato de Zamora,
bajo el mandato del sombrero de paja,
los fantasmas verdes irreductibles
inflaman los espectros del valle.
El patán
huye del trono,
y se refugia en la caja negra.
y se refugia en la caja negra.
Pero... algo pasó...
algo salió mal... o bien?
Un silencio
escandaloso terminó sobre la montaña,
dos
estrellas doradas caminan a la puerta del cuartel,
un bosque de parlantes lo esperan
la cadenas cuelgan de sus pies en botas negras,
la boina roja como la sangre que arde,
la patria ondeando en su brazo,
la selva dormitando en la ropa del innombrable,
lo exhiben y se regodean los bufones,
la corte regresa al palacio tiroteado,
y cuando se babean de regocijo las hienas,
al futuro en ciernes lo estremece un
¡Por Ahora!
un bosque de parlantes lo esperan
la cadenas cuelgan de sus pies en botas negras,
la boina roja como la sangre que arde,
la patria ondeando en su brazo,
la selva dormitando en la ropa del innombrable,
lo exhiben y se regodean los bufones,
la corte regresa al palacio tiroteado,
y cuando se babean de regocijo las hienas,
al futuro en ciernes lo estremece un
¡Por Ahora!
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